Cesar Walter Reartes2024-02-292024-02-292021Dedico las páginas que siguen a Don Julio Brizuela y Doña Graciela Córdoba de Brizuela quienes, desde el primer día que los conocí, me abrieron las puertas de su casa tratándome siempre como si fuera uno de sus hijos. Por las conversaciones, a cada uno de los hermanos Brizuela; que son ya mis hermanos también. A mi amor, Verónica, gran compañera de mudanzas.http://repositorio.unca.edu.ar/handle/123456789/34El texto explora una investigación etnográfica sobre La Isla del campo, surgida a partir del vínculo personal del autor con la familia de su pareja, Verónica Brizuela. En lugar de aplicar métodos académicos tradicionales, el autor opta por una investigación vivencial y afectiva. A través de conversaciones con la familia y exploraciones del entorno, el autor se adentra en la historia y la memoria del lugar, destacando la influencia de seres míticos y la explotación forestal. La investigación se presenta como una autoetnografía que privilegia la inmersión personal sobre el enfoque académico convencional, siendo validada por los sujetos del estudio.Autoetnografía, Investigación vivencial, La Isla del campo, Memoria colectiva, Métodos indisciplinadosHACHAR EL ÁRBOL, VIVIR EL CAMPO.Agenciamiento territorial local hacia el sur de Andalgalá. Ensayo etnográfico indisciplinado.